lunes, 8 de noviembre de 2010

La Laguna de Canaima


Con este post concluyo una primera serie sobre la impresionante naturaleza de Venezuela. Y ya que estamos en el parque nacional Canaima qué menos que dedicárselo a la laguna a cuyas orillas se ha desarrollado la pequeña población de Canaima, principal puerta de entrada a este espacio natural protegido.
La laguna es lugar de visita obligada pues quienes se acercan a contemplar el salto Angel suelen pernoctar en alguno de los sencillos pero acogedores alojamientos que se levantan con vistas a la laguna.

Es una laguna grande formada en el curso del río Carrao, en un terreno en el que el río se ramifica en varios brazos y forma islas de diversos tamaños y saltos de agua. La vista más característica de la laguna es la que se tiene desde sus orillas de arena rosada -debido a su composición cuarcítica- de espectaculares cascadas y un telón de fondo conformado por la silueta de los tres tepuyes que la escoltan: el Nonoy – tepui, el Kuravaina - tepui y el Topoche – tepui.


La visita principal a la laguna, que se puede hacer tranquilamente en media jornada, consiste en acercarse navegando en curiara hasta la base de las enormes cascadas Hacha, Wadaima, Golondrina y Ucaima. Algo más escondidos, a la izquierda de la isla Anatoly (la mayor), esperan otros saltos como el Sapo y el Sapito. Uno de los momentos más gratificantes de la visita a la laguna es el baño en estos dos saltos y la posibilidad de pasar por detrás de la cortina de agua del salto Sapo.

La laguna finaliza su extensión devolviendo las aguas al Carrao en el salto Ara. A partir de este punto el río continúa su fluir como un solo brazo de agua.


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