viernes, 21 de noviembre de 2014

Los bisontes indios de Kanha

 
Gaur o bisonte indio.
Kanha es un parque nacional indio que fascina desde el primer momento. Con sus fríos amaneceres entre la niebla, es un lugar en el que mientras realizas safaris fotográficos sientes la presencia del tigre de Bengala siempre acechante, te mueves con la sensación de que te vas a encontrar al precioso felino en cualquier recodo del camino, de su camino, de esos senderos que él emplea para moverse en su territorio de caza, de los llamados “Senderos del Tigre”. El tigre es sin duda la estrella de los safaris en India y Kanha, con la mayor población del felino (cerca de un centenar de individuos, 95 en el censo 2013) es sin duda uno de los mejores lugares para observarlo. El único inconveniente es el gran tamaño de este parque nacional de Madhya Pradesh, en el centro de la India, por eso no es fácil encontrarlos. Aún así lo habitual en un par de días de safari es toparse con alguno.


Su vasta extensión de casi 2.000 kilómetros cuadrados, dominada por bosques de árboles de sal y bambú, alberga un buen número de hábitats y permite la existencia una larga lista de mamíferos que acompañan al tigre y que suponen otro aliciente más a la hora de realizar safaris en Kanha: leopardos, perros salvajes indios, chacales, hienas, osos bezudos, etc. Y una gran cantidad de herbívoros para sustentar a tanto depredador: Chitales, sambares, antílopes nilgai, muntjaks (muntiacos), etc. Sus zonas húmedas son por ejemplo el hogar de unos enormes ciervos endémicos del parque que se llaman barasinghas o ciervos de los pantanos. Pero el mayor atractivo herbívoro de Kanha, aunque se puede ver en otros parques, es la buena población de gaur o bisonte indio (Bos gaurus). Unos 1.700 individuos.


Los gaures se mueven en pequeños grupos y son relativamente fáciles de ver. Sólo hay que saber donde buscarlos. A pesar de su descomunal tamaño (es el mayor bisonte del planeta), mucho mayor que sus parientes el bisonte americano o el bisonte europeo, es muy difícil de observar cuando se mueve por el interior del bosque, especialmente después del monzón indio, cuando la vegetación es más tupida. Sabiendo que sienten predilección por los brotes tiernos de bambú (al igual que los osos panda) que crecen en los lindes del bosque, es ahí donde buscarlos y poder verlos con mayor facilidad. Les gusta salir a terrenos más abiertos para alimentarse en la periferia del bosque, regresando al interior forestal en busca de la seguridad que éste ofrece.
 
Un enorme gaur macho cruza una pista en Kanha.
Lo primero que llamará tu atención es el enorme tamaño, especialmente de los machos, que llegan a alcanzar más de 2 metros de altura de cruz y 3 metros de longitud. Lo siguiente, esos calcetines blancos que les llega hasta la “pantorrilla”. Son inconfundibles. Recuerdo la última vez que vi un gran macho, precisamente unos instantes antes disfrutar con la presencia de un enorme tigre no lejos de donde, de pronto, nos apareció el bisonte. Estábamos parados en el camino después de escuchar a los monos langures chillar, uno de los signos inequívocos de que el gran señor de Kanha, el tigre, andaba cerca. Mientras esperábamos, a nuestra espalda salió repentinamente del bosque un enorme gaur que cruzó la pista para ganar la otra parte del bosque. Parece mentira que semejante animal casi pasara inadvertido ante nuestros oídos hasta que salió al camino. Y de su tamaño, qué os voy a contar, sólo basta comparar en la foto su tamaño y el del todo terreno que está tras él, un vehículo de 8 plazas que parece un pequeño turismo…


Este Fin de Año, regresaré de nuevo a Kanha, en busca de tigres, de leopardos, de osos… pero también a disfrutar de baransinghas y gaures. Y si me quieres acompañar, aquí te dejo más información.

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