jueves, 11 de febrero de 2016

Bass Rock, la otra isla de Alcatraz

Bass Rock, la mayor colonia de alcatraces atlánticos

Bass Rock está escrito en letras mayúsculas en la naturaleza mundial. Si el paseo de la Fama de Hollywood contuviera lugares iconos en la naturaleza, Bass Rock tendría sin duda su estrella. Y no una estrella cualquiera.

Esta enorme roca basáltica emerge en la costa Este escocesa dentro del fiordo Firfth of Forth. Forma parte de un pequeño archipiélago frente al pueblo de North Berwick, a unos 40 minutos de Edimburgo. El archipiélago está formado por cinco islas principales y un puñado de pequeños islotes. Cada isla es diferente, las hay planas y herbosas como Craigleigth o Frida, la “isla de los Frailecillos” y la del “mapa del tesoro” de Stevenson respectivamente, la de mayor tamaño y bastante plana: May, la rocosa The Lamb, o la más alta y escarpada, que es Bass Rock.
Llegan a juntarse 150.000 alcatraces para reproducirse

En el puerto de North Berwick se encuentra además la sede del Scottish Seabird Centre, un moderno edificio que alberga las oficinas de la mencionada sociedad escocesa de aves marinas pero que sobre todo es un magnífico y moderno centro de interpretación con tienda y restaurante. También el centro desde donde se organizan y parten las excursiones para visitar The Lamb, Craigleigth, Bass Rock y May. A la isla de May se organizan salidas de unas 4 horas en las que se puede desembarcar y estar alrededor de un par de horas en tierra rodeado de frailecillos, alcas, araos y charranes. En The Lamb, Craileigh y Bass Rock no se desembarca. Ambas forman parte de una misma excursión (de aproximadamente una hora de navegación) que rodea el perímetro de las islas. Existe la opción de desembarcar en Bass Rock, dentro de la excursión que va directo a esta isla y, si las condiciones lo permiten, poner pie a tierra un rato. Más info sobre las excursiones.
Bass Rock teñida de blanco, pero no precisamente de nieve...

A pesar de que Bass Rock parece tocarse con la mano desde tierra, no son pocas las ocasiones en las que las condiciones meteorológicas impiden al barco realizar tan deseada excursión. El principal problema es el viento y la mayor certeza de que el bote parta es cuando éste sopla del sur. Sólo así, y no siempre, el mar se encuentra en condiciones navegables. En Escocia la seguridad es lo primero y ante el más mínimo riesgo, se aplaza la navegación (si se cancela te dan plaza en la primera salida que haya).

No cabe ni un alfiler...

¿Qué tiene de particular Bass Rock? Pues nada más y nada menos que albergar entre mayo y septiembre, la mayor colonia reproductora de Alcatraces atlánticos del planeta. Llegan a juntarse hasta 150.000 alcatraces en un espectáculo sin parangón. Sin duda en el Top Ten de los destinos mundiales de Birdwatching.

¿Por qué vienen cada año a este islote escocés? Es sencillo, encuentran todo lo que necesitan: mucho alimento (al fin y al cabo la razón más importante en toda migración animal), la seguridad frente a depredadores terrestres que le confiere criar en una isla, no son molestados por el hombre, abundan los buenos sitios para hacer el nido (en plena temporada de reproducción, no cabe ni un alfiler entre nido y nido) y, algo fundamental en esa época del año, son meses con mayor cantidad de horas de luz que se traducen en más tiempo para pescar y alimentarse. Con todo ello no es de extrañar que ya desde tierra firme, la isla se vea teñida de blanco, el blanco puro del plumaje de los alcatraces posados en sus nidos.
Araos en Bass Rock


Una vez concluido en primer lugar el rodeo a la isla Craighleight (a la que ya dediqué este post), a medida que el barco se acerca a Bass Rock el ir y venir de alcatraces que rodean la embarcación es incesante. Una vez frente a la descomunal pared basáltica, la sensación es indescriptible. Miles, decenas de miles de gigantes alados copan cualquier lugar al que se mire. Vuelos casi rasantes sobre la cabeza, entradas en picado al agua para pescar, etc. También viven en la isla araos, alcas, y cormoranes o algún frailecillo, pero son colonias diminutas comparadas con la abrumadora presencia de los alcatraces. Basta con ver su nombre científico (Morus bassanus) para entender que su apellido latino –bass… ana- está más que justificado y quien es el verdadero protagonista alado en la isla. A finales de septiembre ya casi no quedan aves en la Bass Rock. Marchan en su periplo viajero de 6.000 kilómetros rumbo a África pero, a primeros de mayo, como hacen las oscuras golondrinas de Bécquer, regresarán los blancos alcatraces a su casa, la que sin duda es la otra isla de Alcatraz. Absolutamente espectacular!!

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